Este poema es el número 27 del Kuruntokai, una antigua antología de 400 poemas amatorios compuesta en la India, en lengua tamil, hace al menos 1200 años.
Si no la bebe el ternero
ni se recoge en un cubo,
la dulce leche de vaca
cae y se pierde en la tierra;
así, mi oscura belleza
y las marcas de mis muslos,
cerca de ser devoradas
por la palidez que acecha,
no me sirven para nada
ni le sirven a mi amado.
«Mi belleza es como leche derramada», dice, en síntesis, la mujer de este poema. ¿Por qué? ¿Es que su amado no la corresponde? Para entender los antiguos poemas amatorios de la literatura tamil, es importante comprender el código, la clave en que fueron escritos. Como recordaréis quienes seguís mis publicaciones, en otro poema (podéis leerlo aquí si aún no lo habéis hecho) decíamos que la poesía tamil de amor se divide en cinco subgéneros, cada uno de los cuales se asocia a un estado de la relación amorosa, a un paisaje, a los animales y plantas propios de él, etc. El poema que acabamos de leer pertenece al género palai, el de los amantes separados, la tierra yerma, el calor abrasador…
Con esto en mente, el sentido del poema se nos vuelve más claro: la mujer siente que, lejos de aquel a quien ama, su belleza es inútil, se desperdicia como leche que cae al suelo. La leche está para servir de alimento, la belleza de la muchacha es para su amado. La imagen de la leche sobre la tierra tiene algo de inquietante, de caótico; su blanca pureza no debe mezclarse con el barro. El orden cósmico se rompe si la leche se derrama porque su finalidad es nutrir, hacer crecer, dar vida. Una vez desplegada esta imagen, especialmente negativa en una sociedad agropecuaria como la de los antiguos tamiles, la muchacha nos dice que lo mismo ocurre con su belleza, algo igualmente grave y caótico, algo que no debería ser así: si no puede entregarla a su amado, la palidez devora su belleza morena como la tierra devora la leche.
La mujer es la vaca, el ternero es el amado, la leche es la belleza femenina, la tierra yerma es la palidez… Una alegoría sencilla pero que encierra un profundo significado: si uno no es para otro, se pierde como la leche derramada. Sin el otro, sin el amado, uno pierde su belleza y se marchita. En algún sitio leí que, para los antiguos tamiles, el amor de pareja estaba íntimamente enlazado con el orden natural. Por eso lo relacionan con los paisajes, las labores del campo, las plantas, los animales, las estaciones… Por eso, la frustración del amor, como el derramamiento de la leche, es algo que no debería ser: un desorden cósmico.
¿Y qué hay de las «marcas de mis muslos» que se mencionan en el sexto verso? He encontrado poca información y esta no es muy clara. Shanmugam Pillai y David E. Ludden, en su obra Kuruntokai, traducen «passion marks» y hablan de «puntos blancos asociados con la pasión» sobre el pubis y la cara interior de los muslos de la mujer. Como comenté en una publicación anterior, hay poca información accesible en torno a la antigua literatura tamil. Seguiré investigando y publicando aquí mis traducciones comentadas. Si quieres que te avise (gratis, por supuesto) cuando lo haga, deja tu dirección de correo electrónico en este enlace, donde dice «Forma parte de esto».
Si te ha gustado este poema del Kuruntokai, te gustarán:
LIBROS: LOS POEMAS DE AMOR MÁS ANTIGUOS DEL MUNDO
ERÓTICA: BANQUETE Y PELEAS DE AMOR
VIAJES: TEMPLOS Y TUMBAS DE NUBIA
BIBLIOGRAFÍA
Podéis leer otros poemas de amor arcaicos en mi libro Los poemas de amor más antiguos del mundo. Son interesantes, además, las siguientes obras:
HIKOSAKA, S. y SAMUEL G. J. (eds.), Tamil Poetry through the Ages (vol. 1), Chennai, Institue of Assian Studies, 1997.
MARR, J. R., The Eight Anthologies: A Study in Early Tamil Literature, Tiruvanmiyur, Madras, Institute of Asian Studies, 1985.
RAMANUJAN, A. K., Poems of Love and War, Nueva York, Columbia University Press, 2011.
SHANMUGAM PILLAI, M. & LUDDEN, D. E., Kuruntokai, Chennai, International Institute of Tamil Studies, 1997.
VAIDEHI, Sangam Poems Translated by Videhi [en línea].
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