Esta poesía tamil de amor pertenece al Ainkurunuru, una antigua colección de 500 poemas amatorios. La tamil es una lengua dravídica que se habla, principalmente, en Tamil Nadu y Sri Lanka, al sureste de la India.
Oh mujer de hermosos rasgos:
ha llegado la época lluviosa
en las regiones del bosque,
frescas y fragantes,
donde huele como tu frente
y los pavos reales danzan como tú
cuando hacemos el amor.
Imaginemos a un investigador que descubre, en polvorientos desvanes y viejas bibliotecas, unos extraños manuscritos sobre hojas de palmera cuyos textos resultan tener unos 1500 años de antigüedad. De película, ¿no? Pues esto, más o menos, es lo que ocurrió con la antigua literatura tamil, olvidada durante siglos hasta la segunda mitad del XIX, cuando algunos investigadores encontraron los textos, los estudiaron y los publicaron.
Entre las obras más antiguas hay ocho antologías poéticas, cinco de las cuales están dedicadas a la poesía amorosa. Más de 1800 poemas de amor, en total. Su antigüedad es muy discutida: para algunos, habrían sido compuestas entre el siglo I a. C. y el III d. C.; otros apuntan a una fecha mucho más tardía (siglos VIII-IX d. C.); unos mil años de diferencia entre ambos extremos, nada menos. Y hay quienes postulan dataciones intermedias. Da la impresión de que el estudio de esta literatura está aún, en buena medida, por hacer; hay pocos trabajos al respecto, que se reducen a poquísimos para alguien que, como yo, no esté familiarizado con la lengua tamil. Después de leer la escasa docena de volúmenes que he podido reunir, publicados en Estados Unidos, Inglaterra y la India, muchos aspectos de esta literatura siguen envueltos, al menos para mí, en el misterio.
Una de las características más sorprendentes de esta tradición poética es su alto grado de codificación. La poesía tamil de amor se subdivide en cinco géneros, cada uno de los cuales se asocia a un estado de la relación amorosa, a un paisaje (y a los elementos propios de él: flores, plantas, animales, fuentes de agua, oficios), a un momento del día y a una estación del año. Por ejemplo, el género mullai, al que pertenece la poesía tamil de amor que acabamos de leer, habla de la espera (porque el amado se encuentra lejos), su flor es el jazmín (mullai); sus aves, el gorrión y la gallina salvaje; su animal, el ciervo; su planta, la casia; y se relaciona con la tarde, la estación lluviosa, los bosques, los ríos y los labradores. Un poco enrevesado, pero tan extraño y tan curioso que merece la pena enterarse; para ello, fijémonos en nuestro poema.
El yo poético comienza dirigiéndose a la amada para anunciarle que «ha llegado la época lluviosa». Al encontrarse con esto, cualquier lector habituado a los códigos de la poesía tamil de amor pensaría en la espera de los enamorados, pues la estación de las lluvias es propia del género mullai, el de la espera. Lo mismo con el bosque que aparece en el siguiente verso. Pero entonces se menciona el pavo real, que no es propio de este género (hemos dicho que sus aves son el gorrión y la gallina salvaje), sino del kurinci, que trata la unión de los enamorados. Así que esta se mezcla de algún modo con la espera. Porque la unión es inminente: de acuerdo con Martha Ann Selby, autora de una reciente traducción al inglés del Ainkurunuru, este poema tamil de amor y los otros nueve de su serie son «expresiones de alegría ante el comienzo de las lluvias», pues el hombre «ha regresado a casa de sus viajes algo antes de lo esperado». Por eso se mezclan elementos propios de la unión y de la espera; por eso la unión se menciona al final del texto en conexión con el ave que apunta a ella: «los pavos reales danzan como tú / cuando hacemos el amor». ¿No es precioso, no es fascinante?
Si alguien quiere profundizar en la poesía tamil de amor, puede acudir a la bibliografía que incluyo más abajo. Recomiendo especialmente las obras de Selby y Ramanujan. Aprovecho para expresar mi agradecimiento a Vaidehi Herbert, que ha dedicado arduos esfuerzos a la difusión de la antigua literatura tamil y tuvo la generosidad de enviarme sus trabajos, algunos pendientes de publicación, cuando me puse en contacto con ella para rogarle que me orientara en el estudio de los textos. No dudéis en visitar su web. Por mi parte, seguiré traduciendo estos poemas al español para compartirlos aquí. Si quieres que te avise (gratis, por supuesto) cuando lo haga, deja tu correo electrónico más abajo, donde dice «boletín». Y no olvides visitar la bandeja de correo no deseado, porque puede que los mensajes se almacenen allí.
Si te ha gustado esta poesía tamil de amor, te gustarán:
LIBROS: LOS POEMAS DE AMOR MÁS ANTIGUOS DEL MUNDO
VIAJES: HUSMEANDO EN LAS CASAS DE LOS MUERTOS
POESÍA ERÓTICA DE LA ANTIGUA INDIA
Bibliografía
Podéis leer otros poemas de amor arcaicos en mi libro Los poemas de amor más antiguos del mundo. Son interesantes, además, las siguientes obras:
—HIKOSAKA, S. y SAMUEL G. J. (eds.), Tamil Poetry through the Ages (vol. 1), Chennai, Institue of Assian Studies, 1997.
—MARR, J. R., The Eight Anthologies: A Study in Early Tamil Literature, Tiruvanmiyur, Madras, Institute of Asian Studies, 1985.
—RAMANUJAN, A. K., Poems of Love and War, Nueva York, Columbia University Press, 2011.
—SELBY, M. A., Tamil Love Poetry: The Five Hundred Short Poems of the Ainkurunuru, Nueva York, Columbia University Press, 2011.
Hermoso poema y motivadores comentarios. La traducción muy poética, salvo el último verso. ¿No habría otro modo de decir lo mismo evitando ese lugar común?
¡¡Muchas gracias!!, es muy fascinante, me encanto, precioso regalo.
Me alegro de que te haya gustado.
Pues es que así me lo he encontrado en la traducción que he empleado para la mía…
Gracias por compartir todo es muy interesante
¡Gracias!
yo solo quiero decirte , gracias por ilustrarnos en estas poesías que la mayoría desconocemos… o tal vez solo yo.
¡Un placer, Carlos! Seguiremos compartiendo.
Como bailarina de Bharata Natyam, que tiene sus orígenes en los templos de Tamil Nadu, me parece especialmente fascinante. ¡Muchas gracias por compartir tu conocimiento!
¡Oh! ¿De veras? ¡Qué bien! Bonita coincidencia…
….que sensación Eduardo es increíble
Gracias
Cuánto me alegro de que te guste.